sábado, 31 de diciembre de 2011

QUEMAR DESPUÉS DE LEER, BAILAR DESPUÉS DE LLORAR

2011 empezó mal. Porque 2010 había acabado muy mal. Dicen que “lo que mal empieza, mal acaba”… pero en este caso fue al revés: mal empezó, porque mal acabó. Hablo desde un punto de vista estrictamente laboral. Y hablo de CNN+ y de Cuatro, con lo que ya está todo dicho no?... De aquellos días recuerdo varias músicas terapéuticas que no paraba de escuchar, pero sobre todo una: Tindersticks… quizá el hombre (Staples) con la voz más triste y maravillosa del mundo. Y recuerdo una canción que quemaba y quemaba entonces: Tiny Tears, temazo para llorar y llorar, y a la vez disfrutar y disfrutar (temazo, por cierto, con el que también llora Tony Soprano, si vísteis la serie lo recordaréis…).



Pero 2012 va a ser mucho mejor. Porque tiene que serlo. Porque 2011 está acabando mucho mejor de lo que acabó 2010, y si aplicamos el razonamiento anterior… bien empezará lo que bien acaba. También porque lo tiene fácil, a poco bueno que nos salga el año nuevo ya será algo mejor que el que se va.

Por eso, como regalo musical de fin de año van, además de Tindersticks para recordar, otros mucho más animados para recibir. Para bailar después de llorar. O dicho de otra forma -haciendo honor a mis Coen- para quemar después de leer. Pero literalmente. Espero que después de haber leído esto, los queméis y queméis, y os ayuden a empezar bien el año… que, seguro, vendrá mejor de lo que nos cuentan! Mientras nos pille escuchando, todo irá bien…

Porque el tiempo se nos va... dice John Frusciante...



Y porque somos humanos... dicen The Killers...




Tenemos que abrazarnos mucho... dice Pnau.





Pues eso.

Feliz año nuevo musical!!! Y que sigamos escuchando juntos… :)



sábado, 3 de diciembre de 2011

LAS CHICAS DE LYNCH

Hay una delgada línea roja entre lo delicado y lo ñoño. La frontera es muy sutil. Y al más mínimo gesto equivocado, zas! lo delicado se vuelve ñoño (al revés, no suele ocurrir...). Eso es lo que les podría pasar en cualquier momento a Erika, Annie y Heather, tres chicas de Brooklyn de apariencia frágil y delicada voz que se hacen llamar Au Revoir Simone.

Su música es igual de delicada que ellas, a ratos cursi incluso, pero desde luego nada frágil... y, en mi opinión al menos, nada ñoña. Su música, catalogada como “dream pop”, tiene un aire melancólico que a ratos es dulce y a ratos ácido... porque sus voces engañan. Y porque su base son sintetizadores, y eso también le da cierto aire frío e inquietante. El final de “Shadows”, por ejemplo, es de los que hace que se queden a este lado de la frontera, que no crucen la delgada línea...

No son temazos. No son de esas canciones que escuchas y quieres volver a escuchar una y otra vez. No son canciones de quemar. Son de las que escuchas una y te gusta, y quieres escuchar alguna más, a ver si también te gusta… y vaya, sí, te gusta. Y entonces sigues escuchando… sin pararte mucho en ninguna, sin que ninguna te llame demasiado la atención, pero sigues esuchando… y te sigue gustando. Y así, sin darte cuenta, se te pasa el disco entero. Y el tiempo, tan a gustito.

Au Revoir Simone pasaron por Madrid en 2010, a presentar su último disco: "Still night, still light". Quise ir a verlas, pero al final no pude, y no había vuelto a escucharlas mucho hasta que me han vuelto a aparecer delante, gracias a Lynch. Sí, Lynch, porque estos días ando buceando en él y quemando su primer disco, que acaba de salir: "Crazy Clown Time", del que también aprovecho para regalaros un tema.

Resulta que Lynch es su fan número uno, las tiene apadrinadas y es asiduo a sus conciertos. Incluso han actuado juntos (él leyendo, ellas poniéndole música). Él ha dicho de ellas: “las Simone crean un estilo de música exteriorizada desde su androide interior". Ellas se presentan a sí mismas como "música electrónica caliente y orgánica”. Bueno. En lo de "androide" estoy de acuerdo. En lo de "caliente" no tanto… Pero mejor os dejo con ellas, mejor escucháis y opináis vosotros mismos.

Música delicada para tiempos... algo delicados.

Prólogo y epílogo: David Lynch.