martes, 13 de enero de 2015

QUIERO MIS CANCIONES CUENTO, STUART

Por fin he podido sentarme un rato con el blog. Os pido perdón, a los que os paseáis por aquí, por haberlo tenido abandonado tanto tiempo... ¡desde octubre! No hay excusa, ni motivo concreto para ello, simplemente no salió. Y ya lo siento. Pero no se trata de escribir por escribir sino de tener algo que contar. Así que os cuento...

Estoy escuchando mucho estos días el nuevo disco de Belle and Sebastian, que sale en una semana, y me está generando sensaciones contradictorias, que quiero compartir por aquí: entre el "¿pero esto qué es? ¡no son elloooossss!" y él "¡qué preciosidad! ¡uffff menos mal!". Claramente es un álbum para escuchar más de una vez, tanto si ya sois fans de la banda escocesa como si no. Sobre todo si lo sóis.



"Girls in peacetime want to dance" es un disco muy ecléctico. Haciendo honor a su nombre (que me encanta), tiene algunos temas totalmente discotequeros, para echarse a bailar y no parar. Sí, bailar, con Belle and Sebastian. Habéis leído bien. Nada que ver con los chicos de melodías suaves y delicadas, con ése pop luminoso y elegantemente melancólico, ése reconocible sonido naif, algo lánguido y hasta meloso a ratos. Esas preciosas "canciones cuento" que tan bien compone Stuart Murdoch.

Pero claro, supongo que a estas alturas de la vida, después de casi veinte años escuchándoles y ocho discos de estilo inconfundible, con el noveno ya no soy objetiva. Escucho y mi subconsciente sabe que son ellos, así que espera escuchar lo que quiere escuchar. Es una pena, pero es así. De hecho, mientras escucho lo nuevo pienso que me gustaría no conocerles de nada para poder escuchar con el oído y la cabeza más abiertos y sin referencias acerca de cómo suenan. Pero no way: imposible ignorar lo que ya conoces. Una vez más (y esto me pasa con cierta frecuencia) desearía no conocer, para seguir sintiendo de nuevo la sorpresa de que algo me guste o no me guste por sí mismo, sin que tenga que ver con lo que me gustaba o no me gustaba antes. ¿Me entendéis? ¿Os pasa?... En fin, ahí va un ejemplo de lo que os cuento, un par de temas que cuesta creer que estén en el mismo disco.



Sí, Belle and Sebastian se han liado la manta a la cabeza (o se la han quitado, según se mire) y se han puesto a bailar. Bien. Habrá a quien le encante. Pero a mi, la verdad, es el álbum que menos me gusta. Aún así, merece mucho la pena escucharlo y seguirles los pasos. Me encantaría que este 2015 que arrancamos nos los traiga por aquí, de hecho, porque nunca pude verles en directo y estoy segura de que no defraudan. Me encantaría poder escuchar en concierto viejos temas tan bellos como estos, que no me cansan nunca, así pasen los años...



Por cierto, os recomiendo seguir los pasos también de Isobel Campbell, ex miembro del grupo y una de sus fundadoras en 1996. Tocaba el chelo y cantaba en algunas canciones, pero lo dejó en 2002. Desde entonces ha lanzado algunos discos en solitario y otros con mi querido Mark Lanegan -al que vi en concierto hace algunos meses y os recomiendo muchísimo-. Musicazos ambos, esa colaboración ha generado temas tan preciosos como éste. Con él me despido. Prometo no tardar tanto en volver. Espero que estés teniendo un bonito comienzo de año... Musical siempre, ya sabéis ;)