domingo, 29 de abril de 2012

NO ES (SÓLO) ESTÉTICA


España se hunde, el mundo se acaba, pero hay una cosa clara en medio de todo este caos: españoles, hemos ganado en estética. Una cualidad, un valor, una actitud... un envoltorio que ahora cuidamos mucho más: es lo que vende, y el objetivo es vender. Bien. El problema es que detrás de ese envoltorio, muchas veces, no hay nada. Un regalo que se agota en el papel que lo envuelve, un "rasca y gana" en el que después de rascar, nunca hay premio. Somos más altos, más cultos y probablemente, hasta más guapos que hace 50 años. Bien. Y qué. Seguimos creyendo que se puede ser más alto, más culto y más guapo de la noche a la mañana, como si un día nos hubiéramos despertado así, de pronto. Comemos mejor (comíamos mejor, hasta ahora), leemos más (leíamos más, hasta ahora), nos cuidamos más (nos cuidábamos más, hasta ahora)... y seguimos pensando que es lo normal, que siempre hemos sido así, sin darnos cuenta de cómo hemos llegado hasta aquí. Porque no queda tan lejos el día en que fuimos bajitos, poco cultivados y más bien hambrientos. Pero entonces, cuando no había, arrimamos el hombro sin que nos lo exigiera un ente, y conseguimos que hubiera para todos. Empezamos a comer, a crecer, a leer, a cuidarnos... y entonces se nos olvidó, y cada uno barrió para casa. Pensamos que todos podíamos hacer lo mismo, pero las escobas no eran las mismas (algunos usaron aspirador). Y entonces dejó de haber, otra vez. Lo malo es que en el camino, mientras barríamos, sólo mirábamos para casa y no aprendimos nada. Y ahora, cuando toca sobrevivir con las migajas que dejaron los aspiradores, nos quejamos, pero tampoco aprendemos. Si volviéramos a tener para todos, volveríamos a barrer para cada uno (ya todos con aspiradores última generación). Y así. Más altos, más cultos, más guapos... pero igual de idiotas.


Y como esto es un blog de música, os regalo la canción que me ha generado esta paja mental de domingo. El por qué... no lo sé. Ni siquiera soy muy fan. Va en la onda, eso sí...