sábado, 18 de octubre de 2014

HOLD ON TO YOUR FRIENDS

¿Qué pasa cuando juntas a un montón de gente maja en un mismo espacio durante horas? Pasa que la cantidad de energía positiva que desprende cada uno de ellos se junta con la de los demás y se genera un cúmulo energético de buen rollo (¿existe esto? ¿podría existir?) que, a su vez, va devolviendo esa energía positiva a cada uno de los que está en ese espacio. En una dosis mayor a la que desprendieron.

Algo así como un viaje de endorfinas de ida y vuelta entre todos los presentes. En bucle.

Esto -que me lo acabo de inventar, claro- podría valer como explicación nada científica de lo que ocurrió hace unos días en mi casa. Gente de todo pelaje, edad y condición, gente buena y buena gente, amigos... interaccionando durante horas, de la mañana a la noche, generando flujos de energía positiva que se quedaron por aquí incluso después de haberse marchado ellos. (Tenía que haber llamado a Iker para que viniera a comprobarlo).

Y yo no puedo más que agradecer a toda esa gente que viniera a celebrar conmigo, ése día, con sus mejores galas energéticas, cargados de endorfinas para la ocasión. Una vez más -y no será la última- doy gracias a quien maneje los hilos de todo este tinglado por estar rodeada de tanta gente a la que tanto quiero y que me hacen sentir tan querida.

De eso se trata, creo, todo esto.

Y como siempre, las gracias van con música. Tres clásicos que me vienen a la memoria mientras escribo esto y que espero os generen endorfinas para dar y tomar. Si véis los vídeos, ochenteros hasta el extremo, al menos os harán sonreír con el estilismo. El de Morrissey es algo más "actual", del 94. Tampoco está mal, veinte añitos ya de este temazo del viejo divo británico... ¡Que los disfrutéis!